Regla de los Templarios

REGLA DE LA ORDEN DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS O DE LOS POBRES CONMELITONES

1.      SOBRE EL OFICIO DIVINO:

Vosotros que voluntariamente servís a Dios con caballos y armas, y procuráis oir los maytines; tras ser saciados con el divino manjar y consumado y concluido el misterio divino, ninguno tome la pelea.

2.      SOBRE LAS ORACIONES DOMINICALES:

          Si alguno está en zona de combate, dirá tres padres nuestros por los maytines; siete por cada una de las horas menores y nueve por las vísperas.

3.      ATENCIONES CON LOS HERMANOS DIFUNTOS:

          Cuando alguno muriere, mandemos se ofrezcan el oficio divino y misa solemne a Jesucristo por su alma; rezando cien padres nuestros hasta el día séptimo y se le dé de comer y beber a un pobre durante cuarenta días. Esta obligación es referida a los clérigos y capellanes exclusivamente.

4.      OBLIGACIONES CON LOS CAPELLANES:

          Los clérigos y capellanes de los Orden deben ser asistidos en la comida, bebida y vestidos; y nada más, salvo que el Maestre disponga otra cosa.

5.      ATENCIONES CON SOLDADOS DIFUNTOS:

          Si hay soldados viviendo con vosotros, os suplicamos con confianza, y os mandamos con inefable conmiseración, que si alguno de ellos muriere, se le dé de comer a un pobre durante siete días.

6.      COMPETENTE OBLIGACIÓN DE LOS DEMÁS HERMANOS:

          Los Templarios que quedan no tendrán ninguna otra obligación por se hostia viva que place a Dios.

7.      POSTURAS A ADOPTAR EN LA MISA:

          El oficio divino no debe ser oído siempre de pié, sino que os debéis sentar todos hasta el momento del “Gloria Patri”, después se sienten hasta que en el “Benedicamus Domino” y en los “Maytines” de Nuestra Señora vuelven a hacerlo de pié.

8.      NORMAS PARA EL COMEDOR O REFECTORIO:

          Hay que comer en silencio y si os falta algo, y no la queréis pedir por señas, pedirlas con humildad, silencio y obediencia.

9.      LECTURAS EN EL REFECTORIO:

          Durante la comida y la cena se lee la santa lección y se debe oír a los santos preceptos y la palabra divina.