de-los-emigrantes

Nadie se acuerda ellos, son los grandes olvidados de las transición, ni siquiera cuentan en las leyes de memoria histórica, fueron muchos: gallegos, murcianos, andaluces, extremeños.

Salieron de aquella España cuartelera, donde los jerifaltes se repartían el pastel y el poder.

Marcharon con sus maletas de cartón piedra, huyendo de aquel paro tradicional y de aquellos caciques que dominaban la sociedad española.

Trabajaron como nadíe, más que los propios alemanes y suizos, aunque tenían fama de que en España no se trabajaba, nada más que se echaban la siesta. Pero en las fábricas, en las calles europeas y en los centros de trabajo trabajaban más que nadie y encima sonreían, siempre estaban alegres y demostraban un enorme corazón que los mismos alemanes envidiaban.

Trasladaron sus ilusiones a su familia española, a su tierra donde nacieron y a pesar de todas las calamidades siempre mostraron cariño a aquellos pueblos y aldeas que les vieron nacer.

Además llenaron con sus divisas las arcas del Estado pero el tiempo pasó, ahora fallecen tras mucho esfuerzo, unos más ricos que otros, pero siempre orgullosos de aquella tierra en la que soñaron y que les negaba el trabajo y las ilusiones que encontraron tan lejos.