Buñuel y el cine

                EL CINE VISTO POR BUÑUEL

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                Nacido en Calanda en el año 1900, estudia Filosofía y Letras y marcha a Paris en 1924 para fundar el Instituto Nacional de Cooperación Intelectual, dedicándose a leer Le Temps, precursor de Le Monde, y el Times londinense, y a asistir a los Teatros del Vieux Colombier y Les Ursulines, donde se pasaban las películas alemanas que eran pateadas por el público porque siempre presentaban este guión:

a) una mujer meditabunda, con la cabeza apoyada en la mano, piensa en su amante que se va en un tren;

b) luego aparece el tren caminando;

c) la imagen de la mujer sobreimpresionada con el tren.

LAS VANGUARDIAS:

BUÑUEL, GARCIA LOCAR, DALI, PEPIN BELLO, ETC.

                Ven películas de ABEL GARCE, considerado un academicista pero que fue el primero que logró la impresión de la velocidad.

Su técnica es: vemos una rueda, luego un corte rápido de la rueda; un enfoque a la máquina; otro corte; la cámara iba hacia el horno o al motor que impulsa la máquina; corte, y de nuevo a las ruedas; corte, al riel; corte, corte, cortes rápidos.

        Los jóvenes iban al cine porque era el pretexto para acompañar a la pareja aprovechándose de la oscuridad de la sala; por eso el cine ha sido siempre un lugar recogido, oscuro y erótico, ideal para los abrazos y las caricias; y en el Paris de los felices años veinte se veían las películas de Buster Keaton y Harry Langdon, y Buñuel queda deslumbrado por la película "Las tres luces " de Fritz Lang porque usaba una gran cantidad de lectura y todo se explicaba a base de letreros.

Su técnica es: están sentados dos novios, uno al lado del otro, o dos amantes y el uno le dice al otro: "Te amo, Cunegunda, más que a ninguna otra". Corte. Esto es, los labios del galán formulaban las palabras y se quedaban abiertos, inmóviles, mientras el letrero daba a conocer lo que había hecho. Luego se veía a la mujer, también con la boca abierta y sin que ningún sonido se oyera. Y otra vez el letrero. Y así hasta que terminara la película. Por ello, la primera película sin títulos Le rail de Lupo Pick le sirvió a Buñuel para dedicarse al cine.

        El trabajo cinematográfico de Buñuel comienza en 1927 siendo ayudante de Jean Epstein en su obra Mauprat, y en la película  La chute de la Maison Usher del mismo autor, Buñuel es ya un surrealista. Al final se enfada con su maestro, lo abandona y comienza su etapa creadora.

EL SURREALISMO Y BUÑUEL

        Buñuel cuenta que asistió a un banquete de homenaje a una anciana como Madame de Rotschild en Montparnase; al banquete asistía la plana mayor de los surrealistas: Benjamín Péret, Max Ernst, Aragón, Eluard, Sadoul, Dalí y otros; a los postres hubo discursos laudatorios de los grandes escritores presentes y la anciana madame dió las gracias; después preguntaron a los surrealistas si no iban a participar y es, entonces, cuando al fondo de la mesa se levanta uno de ellos y dirigiéndose a tan augusta dama le pegó una gran bofetada que la tiró al suelo, demostrando que estaban contra todo lo oficial, contra todo lo que representaba aquella señora y contra la porquería del banquete.

        Su primera obra fue "Un perro andaluz" junto a Salvador Dalí, se la tuvo que pagar de su propio bolsillo, con cinco mil duros que le envió su madre, y el guión lo escribieron entre los dos en cinco días. En el estreno, en el Teatro de Les Ursulines, vigilaba detrás de la pantalla la reacción del público, con los bolsillos llenos de piedra por si tenia que defenderse de la protesta, poniendo en el gramófono Tristán e Isolda y tango argentino; y es entonces cuando estalla el entusiasmo del público al final de la proyección y el mismo Buñuel se queda perplejo, pues entre los espectadores se encuentra un intelectual como Le Corbusier.

        El surrealismo, según el cineasta, era una verdadera revolución, un movimiento muy serio que iba más allá de ofender o epatar al burgués. Los surrealistas de su tiempo fueron: Maxime Alexandre, Aragón, André Breton, Ren‚ Char, Ren‚ Crevel, Salvador Dalí, Paul Eluard, Georges Malkines, Benjamin Péret, Man Ray, Georges Sadoul, Ives Tanguy, André Thirion, Tristan Tzara, Pierre Unik, Albert Valentin y otros. Los grandes mecenas del surrealismo son los vizcondes de Noailles, Charles y Marie Laure, que en su abadía gala permitieron e impulsaron la filmación de Le mystére du chateau du D‚ y el corto surrealista de El dado de Mallarmé.

        Es ya un profesional cinematográfico, con una regla moral muy estricta, sin apenas frivolidad, como los demás surrealistas contrarios a la moral burguesa anquilosada y opuestos al orden establecido, pues ni el talento ni el hambre excusan nada. Conoce a Alejo Carpantier, que junto a Bataille, Queneau, Prevet, de Seigne y Desnos firman un manifiesto contra Breton.

        La revolución surrealista se convierte en protagonista de sus ideales juveniles; conoce la experiencia de Aragón, que regresó de un viaje a la Rusia soviética entusiasmado y se volvió comunista; pero el surrealismo luchaba por una revolución mundial, frente al marxismo, que buscaba la transformación de la sociedad; (Le surrealisme au service de la revolution), una revolución del pensamiento que condiciona la vida humana, ataca el espíritu y no la materia.

         El surrealismo es libertad y amor, y el instrumento, el medio para lograrlo era la poesía, pues ya Hegel veía en la poesía el verdadero arte del espíritu, el único arte universal. A partir de estas ideas y reflexiones, Buñuel comienza a no llevarse bien con los comunistas, y los surrealistas se separan del movimiento proletario, aunque su amigo Aragón militase entre ellos. Pero Aragón es uno de los que más le deben al surrealismo; pero el proceso contra los surrealistas fue un poco desordenado, incluso intervino un tribunal.

        Los Noailles le piden a Buñuel hacer una película con música de Stravinsky y rueda La edad de oro, estrenada en el cine de Pantheon de Paris con un gran éxito popular e intelectual; pero la película trataba de un amor loco y atacaba a todas las instituciones sociales, incluidas las patria, la religión y la familia. Surgen entonces los Camelots du Roi, una Action Francaise que destruyen el cine, saquean las salas donde exponen los surrealistas como Dalí, Max Ernst y Salvador.

        Pero ellos siguen creyendo en hacer la revolución moral, sacudir la moral aburguesada; y con el dinero que le envía su madre puede realizar Tierra sin pan, también con la aportación de un amigo anarquista oscense llamado Ramón Acín al que le cayó la lotería.

        Tierra sin pan es una película de Las Hurdes, tierra extremeña, vista  a través del surrealismo; acude a rodar con tres amigos: Elie Lotare, Pierre Vogel y Pierre Unik; la región le resulta la más extraña del mundo.

        Desde entonces Buñuel decide dedicarse al cine de forma profesional, con la oposición de su madre, que considera al cine como obra de bufones, de saltimbanquis, pero al final la convenció y deambulando por las tierras de España rodando de forma incógnita.

Entonces estalla la guerra civil española y se pone a favor de la República Española, pasando a Paris como agregado de los servicios de la embajada; marchó a Estados Unidos en una misión oficial con pasaporte diplomático y al enterarse del final de la guerra, decide quedarse allí trabajando en el Museo de Arte Moderno como director y productor de cortos culturales para toda América, en la empresa de Rockefeller.

         Después fue productor asociado de Kenneth McGowan durante cinco años, permitiéndole trabajar en Hollywood con la Warner. Allí en casa de René Clair ve a Denise Taul que le propone llevar al cine La casa de Bernalda Alba, por ello marchan a México a firmar el contrato en el hotel Montejo y allí se queda hasta su muerte.

        Obra maestra es Nazarín, que representa a Cristo vagando por los campos seguido de dos mujeres históricas; en la película presenta a Cristo crucificado después de ser condenado; el estilo es ambiguo, donde cree que no queda otro camino que no sea la rebelión, y el mismo Nazarín se sale del cuadro para carcajearse de una moribunda.

        En resumen, Buñuel se considera burgués pero el odio a todo lo burgués llena su obra.

                        Escrito por Amalio Venegas. Xeres Eqvitvm, año II