Monday, March 12, 2007

Centenario de Virgen Guadalupe como Patrona de la Hispanidad

Sacristía del Monasterio de Guadalupe en Extremadura

En la arquitectura barroca destaca dentro de la Historia del Arte en Extremadura la sacristía del Monasterio de Guadalupe que nos espera con su apariencia impoluta, como recién acabada, venciendo el paso de los más de 350 años transcurridos, gracias también al cuidadoso mantenimiento de que ha sido objeto en los últimos tiempos.
Todo está en su lugar original en esta increíble creación de un espacio integral que llena todos los sentidos, produciendo una sensación de etérea embriaguez.
Aquí la arquitectura parece supeditarse de manera voluntaria, amable y total al estallido pictórico que invade muros y bóvedas; la gran sala que ocupa la sacristía tiene forma de alargado rectángulo de cinco tramos, cubierto con bóveda.
Su construcción se inquibió, continuando hacia el este la línea de la fachada principal que hemos descrito en los meses centrales del verano,- se adosó en concreto a la torre de Santa Ana, con una anchura igual también a la de la capilla homónima.
Se dispuso dentro de la torre del siglo XV, la antesacristía y, a modo de cabecera, se edificó la aneja capilla circular de San Jerónimo.
La imagen está tomada dejando a las espaldas dicha capilla, con la puerta del fondo que comunica con la antesacristía, revestida de alicatados muy vivos y cuyo más preciado tesoro lo constituyen diversos cuadros de Carreño. En efecto, todas las dependencias contienen obras de arte impresionantes. Pero empecemos por las de la sacristía.
Hecho extraordinario es que todo lo que alcanzamos a ver, revestimientos, cuadros y muebles, está en el mismo sitio para el que estos diversos elementos fueron creados, contribuyendo todo ello a la ambientación mágica que desprende la sacristía.
La ubicación misma de la sacristía condicionó que sólo uno de los muros pudiera tener aberturas de iluminación y ventilación, se abrieron en la pared que tenemos a nuestra izquierda, por una de cuyas dos ventanas se filtra una suave luz dorada.
La decoración pictórica, como veremos, tuvo muy en cuenta esta obligada distribución. Podemos advertir que lo que parecen ventanas en el arranque de las bóvedas, a nuestra derecha, son sólo un efecto de "trompe oeil". la parte baja de los muros está forrada por un zócalo de mármol azulado, con un veteado que asemeja jaspe.
De él arrancan las basas de las pilastras toscanas que señalan cada uno de los cinco tramos de la sacristía; en la parte inferior de los intercolumnios, a ras de suelo, se encajan sin causar distorsión alguna, las oscuras cajoneras de nogal y granado destinadas a contener los ornamentos litúrgicos.
La bóveda y buena parte de los muros están enteramente decoradas en una muestra de elegante exhuberancia en la que el blanco fondo sirve para que la policromía de los grotescos destaque con absoluta nitidez.
En el centro de cada uno de los compartimientos de la bóveda, recuadros con escenas de la vida de san Jerónimo.
En los tímpanos semicirculares encima de las dos puertas, destaca el jarrón de flores de la Virgen de Guadalupe; vemos el que, sobre fondo azul intenso y rodeado de angelotes, está encima de la puerta que conduce a la antesacristía.
Conocemos el nombre de los autores de tan abigarrada y bien calculada decoración pictórica: Manuel Ruiz y fray Juan de la Peña que trabajaron en esta obra entre 1638 y 1647, momento de la edificación de la sacristía según informan los rótulos escritos en las falsas ventanas del muro a nuestra derecha.
De todas maneras, la obra maestra dentro de esta otra que es la sacristía, la constituye la aportación de uno de nuestros más insignes pintores: Francisco de Zurbarán.
Entre 1636 y 1639 trabajó en los ocho grandes lienzos que penden de los muros mayores, los realizó expresamente para esta ubicación, eligiendo los temas más adecuados y su precisa colocación. los temas se centran en escenas de la vida de ocho de los que fueran destacados priores del monasterio.
Cinco de los cuadros cuelgan de la pared norte a nuestra derecha, de los que vemos cuatro en la fotografía. los otros tres están en la pared de enfrente y quedan fuera del campo visual de la lámina. Además de la selección iconográfico, Zurbarán meditó sopesadamente sobre el punto exacto en que debían disponerse, a fin de aprovechar los efectos lumínicos y compensar los contraluces.
De esta manera, en la pared de la derecha los tres cuadros centrales son menos oscuros que el primero y quinto, al quedar más alejados de las dos ventanas; por su parte, en la pared izquierda los tres tienen un colorido de tonos oscuros predominantes por hallarse a contraluz.
Repasemos cuales son las escenas plasmadas por Zurbarán en una serie que se considera excepcional dentro de su prolífica producción.
El primer cuadro que podemos ver, o mejor intuir, al fondo representa las visiones del padre Diego de Orgaz que intenta librarse de las tentaciones que se le aparecen en forma de espíritus demoníacos.
En el segundo, de gran intensidad lumínica justo frente a la ventana, el Señor se aparece al padre Salmerón y toca su frente para compensarle de su penitente vida de rodillas.
Al protagonista del tercer cuadro ya hemos tenido ocasión de mencionarlo en las páginas anteriores. Se trata del padre Gonzalo de lllescas, retratado en su escritorio, con su intensa mirada; el efecto escenográfico de la pintura es magnífico en su distribución de los planos; al fondo, vemos un reparto de limosna frente al monasterio.
El cuadro que tenemos en primer plano representa la misa del padre Cabañuelas, elegido prior en 1432 que, arrodillado y revestido de rica casulla bordada, observa atónito cómo se le acerca la Sagrada Forma de la que caen gotas de sangre dentro del cáliz; con este milagro quiso Dios confirmar en su fe, un tanto vacilante, al pobre fraile.
Detrás suyo, un hermano, en actitud orante, clava sus ojos en el espectador, teniendo como fondo una sucesión de perspectivas arquitectónicas, de gusto clásico, que parece no tener fin.
Por último, el quinto cuadro que queda fuera de nuestro alcance en la fotografía, se reservó para quien fuera el primer prior regular de Guadalupe y al que ya hemos aludido repetidamente, el padre Fernando Yáñez de Figueroa; se le representa cuando el rey Enrique III le impone el birrete de obispo de Toledo.
Aunque tampoco los veamos, digamos que en el muro a nuestra izquierda Zurbarán pintó los tres cuadros siguientes: el padre Pedro de Salamanca presenciando un imponente incendio, el padre Martín de Vizcaya repartiendo limosna en una escena rayana en el hiperrealismo, y la serena despedida del padre Carrión de los demás monjes ante la inminencia de su muerte anunciada.
A este conjunto único de Zurbarán, con el valor añadido de estar in situ, se le suman otras tres obras realizadas por el artista en la aneja capilla de San Jerónimo que tiene la figura del eremita sobre altar, escultura de terracota tremendamente veraz debida a Pedro Torrigiano.
En esta capilla, pintó dos grandes cuadros apaisados, representando las tentaciones del santo, ya viejo, que quiere alejar a un grupo de púdicas mujeres que tañen instrumentos musicales de cuerda.
En contraste con este cuadro de profundos claroscuros, los azotes de S. Jerónimo, con el santo joven y de cuerpo atractivo recibiendo el castigo que le inflingen los ángeles ante la solemne presencia divina; todo ello, exultante de luz.
Finalmente, rematando el altar, la triunfante apoteosis de San Jerónimo que es transportado a las esferas celestiales por un grupo de pequeños ángeles dotados de un intenso movimiento, obra sin duda arrebatadora que debió complacer grandemente
a la comunidad al poder contemplar a su patrón ataviado con el hábito de la Orden.
Para conmemorar este centenario, este cúmulo de maravillas que se concentran en uno de los puntos más emblemáticos de Guadalupe, su sacristía, con el espléndido regalo que supone para nuestros sentidos la contemplación del conjunto y de las exquisitas joyas que la inspiración y la diestra mano de Zurbarán crearon como símbolo de creación extremeña.
Amalio Venegas scripsi Centenario de Virgen de Guadalupe como Patrona de la Hispanidad.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home