Tuesday, September 04, 2007

Homenaje a una monjita vallera

Aquí Homenaje a "La Quisca", la monja del Valle.
En el verano de 2007, concretamente el 22 de julio de 2007, después de la misa dominical, cierra oficialmente sus puertas el Monasterio de las Clarisas, en Jerez de los Caballeros, vulgamente llamado de las "encerrás", porque su vida estaba dedicada a la vida contemplativa, a la oración y al trabajo, por parte de las monjas que encerraban en sus estancias toda la Historia jerezana. En las Kalendas de Septiembre fallece (D.E.P)
Y a ese Monasterio dedicó toda su vida, una joven vallera, que recibió con sus hábitos el nombre de Sor María de los Angeles, pero que siempre fue llamada por sus paisanos y parientes como la "Quisca", pues Francisca era su nombre de pila. Siempre atenta y familiar, mantuvo una actitud alegre y sincera hacia los demás como su Madre, aquella mujer que le daba continuamente al parlique pero que era alegre como ninguna otra mujer que haya conocido. Y en su casa, el recuerdo para José el Romano, hombre trabajador, campesino duro y esforzado, que alguna vez le pregunté porqué ese apodo familiar y me comentó que era porque alguno de sus antepasados había estado en la misma Roma.
Leo una placa en la puerta de entrada del Monasterio donde se recogen los dulces de "Santa Clara" que fue fundado el 31 de Mayo de 1491, aunque años antes funcionaba como "Beaterio", así que tras 515 años de vida contemplativa, desaparece el corazón espiritual de esta histórica ciudad templaria extremeña.
Pero si esta es la esquela de su desaparición, la Historia almacenada entre sus paredes no caben en este escrito, pues aunque en estos momentos me embarga más el sentimiento que el valor de la investigación histórica, pueden aparecer miles de historias no sólo de sus moradoras interiores, a pesar de ser de las "encerrás", sino de todos y todas las jerezanas y de fuera de Jerez, que han mantenido una relación y contacto con ellas.
Y hablando de Historia, recuerdo con especial emoción, cuando en la misma Iglesia del Convento de la Gracia, aparecieron los restos de posibles Caballeros Templarios, posiblemente dueños de la Baylia de Jerez de los Caballeros, y que en el Fuero del Baylio se indicaba que afectaba a todos los nacidos en la Encomienda templaria "estén donde estén y vayan donde vayan", y este escritor se atreve a añadir "ahora y siempre".
Siempre recordaré la relación espiritual de dos curas con las Monjas de la Gracia, como fueron Don Francisco y Don Juan Carmona, que se mantuvo durante muchos años como su director espiritual.

Termino mi escrito sobre el Convento de la Gracia, hablando de dulces, de esos dulces que hemos saboreado en los momentos más felices de nuestras vidas, con el papel escrito de las Monjas de Santa Clara, con nombres que hacen palpitar el paladar, como huesos de santos, milhojas, natas, lágrimas y otros, chupándose los dedos y acordándose de aquellas diminutas manos que habían trabajado en su obrador.



Amalio Venegas scripsi nonas Julias MMVII.