Monday, November 28, 2005

Subiendo las rampas de la Giralda

Cansado de subir rampas, creo recordar que eran 36, y jadeando por el esfuerzo, alcanzo el campanario de la Giralda. No sé si será la última o no, pero si que es una de las veces que he subido cansado al histórico alminar almohade, que descansa al lado de ese prodigio arquitectónico gótico que se llama la Magna Hispalense.
Catedral de piedra, marmol, hierro, vidrio y mortero que asciende hacia lo alto; cuya bóveda más alta ha llegado a caerse dos veces y a pesar de ello, ha vuelto a ser levantada. Catedral de lujosas capillas y capillitas, con nombres tan típicos como la de la Antigua, del Bautismo y otras.
Y tambien su suelo, reposo de Ilustres personajes, con lápidas de marmol y de bronce, que se han sucedido a lo largo de los siglos y cuentan sus años, meses y días que gozaron de la vida, para dejar huella de su paso.
Y a su lado el Archivo de Yndias, que junto al Alcazar árabe, forman la ALCAZABA sevillana.
En el lunes de amanecer frío de finales de noviembre de inicios de siglo.

le llamaban iwasaki

D. Fernando Iwasaki da toda una lección de literatura y de creación literaria al citar a dos grandes mestros argentinos, por una lado RAYUELA de Cortazar y por otro, los poemas de BORGES.
En el primer caso, RAYUELA es un prodigio literario, se puede leer de atrás a adelante, y desde el principio hasta el final; inventa palabras para crear escenas y situaciones nuevas, como cuando inventa la escena en la que dos posibles enamorados en una escena apasianada, solo representa a un chico y a una chica pretendiendo aparcar su coche.
El poema de Borges es asombroso: el Rey y otros nueve soldados, entre los que se encuentra su propio hijo, quedan en la falda de una montaña frente a un ejército enemigo, en medio de una nebulosa de niebla; entonces el Rey pide a su hijo que se salve, pero éste quiere morir luchando como los demás, y ante la insistencia de su hijo, le dice:
- Tienes que librarte porque tú eres el poeta.
Después la niebla cubrió con su manto aquellos guerreros y con el ruido de sus escudos parecían miles.
Así lo contó el poeta. (Para que luego digan que no sirven para nada)
Pero tambien habló de su libro: "ajuar funerario". Pequeñas tramas y cuentos desde el recuerdo de la casa de su abuelo y de sus miedos infantiles; desgranando la trama de sus cuentos ante la atenta mirada de los alumnos que admiraban su obra.
Y ante la pregunta de unos de aquellos escolares responde que se hace escritor a partir de la "pedida" de los novios, y se hace español cuando refiere a su amigo Alberto y su mujer Ascen asesinados cruelmente.
Así lo creí entender y así lo he contado.